Un Stuka (modelo A)en Teruel. Pueden observarse los símbolos franquistas: la Cruz de San Andrés bajo el plano y la cerdita Jolante Kete en el tren de aterrizaje; así como escarcha en la cabina, causada por las bajísimas temperaturas en que se desarrolló la batalla.
La andadura del avión militar probablemente mas famoso de la Historia comenzó en la Guerra Civil española. Concretamente, los primeros Stukas (apodados “Antón” o “Berta” en España) efectuaron su primera misión de combate en los últimos compases de la Batalla de Teruel(aunque hay evidencias de otro ataque anterior, contra el Cinturón de Hierro). Los Stuka eran un nuevo modelo de avión, conocido como “bombarderos en picado”, aparatos ligeros de bombardeo que conseguían una gran precisión en sus objetivos cayendo en picado sobre ellos desde una altura de 4.600 metros. Una vez a escasos metros del objetivo, el piloto remontaba violentamente, a la vez que soltaba la bomba de 500 kg que llevaba entre los trenes de aterrizaje. En el momento de la remontada el cuerpo del piloto debía soportar una tremenda presión(de 6G) a la vez que mantenía el control de los mandos, por lo que se exigían unas aptitudes muy especiales para la tripulación de este tipo de aviones.
Sufrir un ataque de los Stuka debía ser una experiencia sobrecogedora. Muchos aparatos montaban unas sirenas en el tren de aterrizaje (las famosas “trompetas de Jericó”), con el único objetivo de aterrorizar al enemigo, paralizarle, dejarle inerme. Por estas características se acabó convirtiendo en uno de los símbolos nazis por excelencia.
Los Ju 87 destacados en España con la Legión Cóndor estaban en condición de prueba. Su misión era de máximo secreto. Prueba de ello es que, al acabar la guerra, Alemania dejó en España toda la aviación enviada a Franco, salvo los modelos supervivientes de Stukas.
La andadura del avión militar probablemente mas famoso de la Historia comenzó en la Guerra Civil española. Concretamente, los primeros Stukas (apodados “Antón” o “Berta” en España) efectuaron su primera misión de combate en los últimos compases de la Batalla de Teruel(aunque hay evidencias de otro ataque anterior, contra el Cinturón de Hierro). Los Stuka eran un nuevo modelo de avión, conocido como “bombarderos en picado”, aparatos ligeros de bombardeo que conseguían una gran precisión en sus objetivos cayendo en picado sobre ellos desde una altura de 4.600 metros. Una vez a escasos metros del objetivo, el piloto remontaba violentamente, a la vez que soltaba la bomba de 500 kg que llevaba entre los trenes de aterrizaje. En el momento de la remontada el cuerpo del piloto debía soportar una tremenda presión(de 6G) a la vez que mantenía el control de los mandos, por lo que se exigían unas aptitudes muy especiales para la tripulación de este tipo de aviones.
Sufrir un ataque de los Stuka debía ser una experiencia sobrecogedora. Muchos aparatos montaban unas sirenas en el tren de aterrizaje (las famosas “trompetas de Jericó”), con el único objetivo de aterrorizar al enemigo, paralizarle, dejarle inerme. Por estas características se acabó convirtiendo en uno de los símbolos nazis por excelencia.
Los Ju 87 destacados en España con la Legión Cóndor estaban en condición de prueba. Su misión era de máximo secreto. Prueba de ello es que, al acabar la guerra, Alemania dejó en España toda la aviación enviada a Franco, salvo los modelos supervivientes de Stukas.
Os dejo un vídeo de Youtube con metraje en color de las maquinitas en la Segunda Guerra Mundial, con las famosas "Trompetas de Jericó" a todo trapo.
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