Friday, March 16, 2007

Interludio(II): Agosto 1937


Terminada la batalla de Brunete, Franco vuelve a fijar su atención en su objetivo principal: el aislado Norte republicano. El general Fidel Dávila, aprovechando su superioridad, despliega sus fuerzas envolviendo la provincia de Santander. En frente de su curtido ejército tiene unas fuerzas mal preparadas y con una notoria inferioridad numérica. Los republicanos del Norte apenas han sobrepasado la fase miliciana, y, además, su núcleo se compone en esta ocasión de tropas desmoralizadas: vascos que combaten en “tierra extranjera”, conquistada ya Euskadi; y santanderinos apoyados por una población tradicionalmente conservadora. La excepción la constituyen los asturianos, mal armados, pero con una moral de hierro, curtidos en su mayoría en la Revolución de 1934.

El día 14 Dávila da la orden de avanzar. Pese a la resistencia en la montaña (puerto del Escudo), los franquistas, en colaboración con el CTV, conquistan Reinosa al primer envite. Ya ningún obstáculo los separa de la capital santanderina, donde comienzan a hacinarse los refugiados. Las defensas republicanas fallan, se desintegran. El gobierno central republicano lanza angustiosos llamamientos a la resistencia, pues sólo necesita unos días mas para tener preparada una nueva ofensiva a gran escala que distraiga a las fuerzas franquistas, pero es demasiado tarde. Por si las adversidades fueran pocas, el ejército de Euskadi en pleno traiciona a la República. La traición, pactada en Santoña con enviados de Mussolini meses atrás, se consuma el día 25. Los vascos, esperando un trato de favor tras la derrota, que ven inevitable, se entregan en masa. Con todo ya perdido, se intenta una caótica evacuación de Santander, pero las fuerzas de Orden Público se sublevan, entregando a las tropas de Franco la ciudad rendida. Asturias queda, como en 1934, aislada, herida, traicionada; una isla roja entre un mar de enemigos.

Los Panzer entran en Santander.


Mientras Pelayo y Juan Mari se recuperan de sus heridas, el resto de los Recios disfrutan de unos días de descanso antes de desplazarse a los puntos de partida de la nueva ofensiva de ayuda al Norte.

4 comments:

Anonymous said...

Señoritas, esta vez ganamos.


Viva la república, y ala pa´bajo.

Anonymous said...

Asi que a luchar al norte. Cabras, vacas, ovejas e idiomas raros. Fidalgo se sentirá en su salsa. ¿¿Podeemos combatir en Lugueros??

¡ala pa´bajo!

Paolo

Luis said...

"...ofensiva de AYUDA al Norte". El Norte republicano está aislado, no se puede acceder a él ni por tierra, ni casi por mar, por el bloqueo de la escuadra rebelde, ni por aire, al estar en completa inferioridad aérea. Como muestra, el líder de la defensa en Santander tuvo que evacuar en submarino.

Luis said...

Ejem... entrada número 100. Esto va sobre ruedas, camaradas.