Tras recuperarse de las heridas recibidas y prestar un duro servicio en la Facultad de Medicina, hacia el final del año los PJs visitan a Modesto, hospitalizado debido a las heridas recibidas durante la batalla. Modesto les recibe aún en la cama, con un flamante uniforme de oficial colgado en una silla:
Me alegra que hayáis salido con vida de la batalla. Una vez más habéis demostrado vuestro valor en una hora crítica. Por otra parte, la Guerra no ha terminado, y queda mucho por hacer. Nuestro bando se ha reforzado, y estamos a punto de conseguir el equilibrio de fuerzas con el enemigo. Los próximos combates serán decisivos para la victoria final. Os ofrezco una oportunidad para abandonar el frente estático en que se ha convertido Madrid, en el que creo que no os encontráis muy a gusto con vuestros mandos directos. Necesito hombres como vosotros para los proyectos que tenemos en mente. El proceso de militarización de las milicias -que tanto vosotros como yo hemos apoyado desde la primera hora de la guerra- continúa, y en ésta línea se me ha encargado la monumental tarea de formar una división perfectamente funcional. Es ahí donde entráis vosotros: pasariais a formar parte de uno de los batallones, bajo mi mando directo. No necesito decir que nos veremos implicados en las luchas más duras, pero os garantizo que dispondréis de amplios permisos y buenas condiciones de vida. ¿Aceptáis?
Sin embargo soy consciente de que vuestras probadas aptitudes podrían ser de mas utilidad en otro cometido, de vital importancia. Me han encargado informaros que la República está formando a soldados destacados para operaciones de sabotaje y comandos tras las líneas enemigas. Grupos de élite, con estricta disciplina y un intenso entrenamiento. Hay un proyecto en marcha para crear varios batallones de guerrilleros, y en el futuro, quién sabe, quizá hasta un cuerpo de ejército. Si estáis interesados os pondré en contacto con las personas adecuadas, sólo tenéis que decirlo.
Tanto en un caso como en el otro realizaré las gestiones para sacaros sin problemas del batallón del comandante Brasero. Y si en lugar de ésto, optáis por permanecer en Madrid, cerca de los vuestros, dad por hecho que no repercutirá en nuestra amistad. Tenéis unos días para decidiros.
Juan Modesto, Mayor de Milicias.
La decisión que toméis repercutirá en el posterior desarrollo de la partida, así que habladlo y decidid el camino que tomaréis en común.
Feliz fin de año(y fin de crónica). Luis.
1 comment:
Hasta ahora va así el asunto:
Alcázar: con Modesto
Pelayo: a la guerrilla, mayormente
Paolo: a la guerrilla
Carlos: con Modesto a ultranza
Juan Mari: Indeciso
Coño, teniente, decídase.
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