La élite entre la élite. Los legionarios y regulares que forman “la Mano Negra” -sobrenombre de la 13 División franquista- son la tropa más escogida del bando alzado. La manda “el coronel de las mil batallas”, como es conocido del Estrecho a los Pirineos Fernando Barrón Ortiz. Medalla militar, capitán de regulares en Melilla al iniciarse la sublevación del 18 de Julio, es uno de los mandos más capacitados que tienen a su disposición los rebeldes. Su cohorte de moros y legionarios está envuelta en un halo de crueldad desde su participación en la marcha hacia Madrid. Han estado envueltos en lo más duro de todas las batallas desde julio del 36: Badajoz, Talavera, Madrid, el Jarama, Brunete, Teruel… En estos encuentros se han labrado una temible reputación. Recuerdos de retiradas, de cargas a la bayoneta, de los despiadados cuchillos de los moros, de cánticos de muerte y terror acuden a sus mentes con sólo oír pronunciar el nombre de la 13 División.
En julio de 1938 son el enemigo a batir. Los observadores han informado de que cubren el norte del dispositivo franquista en el Ebro con unas fuerzas imponentes: varias banderas de la Legión, tabores de regulares, de Tiradores de Ifni, falangistas y soldados de leva, apoyados por artillería de convencional y de montaña. Pese a todo, el Ejército del Ebro republicano está formado por unidades escogidas, que en poco se parecen a los milicianos sin instrucción que corrían ante los moros dos años atrás. El encuentro va a ser titánico.
En julio de 1938 son el enemigo a batir. Los observadores han informado de que cubren el norte del dispositivo franquista en el Ebro con unas fuerzas imponentes: varias banderas de la Legión, tabores de regulares, de Tiradores de Ifni, falangistas y soldados de leva, apoyados por artillería de convencional y de montaña. Pese a todo, el Ejército del Ebro republicano está formado por unidades escogidas, que en poco se parecen a los milicianos sin instrucción que corrían ante los moros dos años atrás. El encuentro va a ser titánico.
2 comments:
Alfín alguien que merece la pena matar, dentro de poco los Recios les harán correr a ellos.
Carlos.
¡Enemigos a nuestra altura!
Paolo
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