Thursday, August 23, 2007

Franco entra en Madrid

Casi tres años después de su primer asalto, los rebeldes logran entrar en la emeblemática Madrid. Tras la lucha entre los casadistas y los negrinistas, la ciudad, con su millón de bocas hambrientas, foco de desmoralización tras el interminable cerco, se ha convertido en una posición insostenible para el Comité de Resistencia. Romero, Barceló, Paredes y San Rafael, sus miembros, deciden evacuarla de toda persona que pueda ser asesinada por el enemigo por motivos políticos, y, hecho esto, abandonarla, retirarse a una primera línea de defensa en el Jarama, para proceder a la retirada escalonada.
Las tropas de Franco reciben un poderoso revulsivo moral. He aquí las tristes imágenes de Madrid conquistada.

El republicano coronel Prada se rinde en la Ciudad Universitaria. Aquí lo vemos en el crucial momento, frente al coronel franquista Losas (con chilaba).


Por fin, los moros pisan Madrid. Aquí, descansando en la Plaza Mayor.

La hora de la traición


¡Atención, señores radioyentes!
Habla don Julián Besteiro, que no necesita presentación:

Ha llegado el momento de irrumpir con la verdad (...). El Gobierno del señor Negrín(...) no puede aspirar a otra cosa que a ganar tiempo...

Y esa política de aplazamiento no puede tener otra finalidad que alimentar la morbosa creencia de que la complicación de la vida internacional desencadene una catástrofe de proporciones universales(...).

Habla el Coronel Segismundo Casado:


Escoged(...) entre la paz en provecho de España o la guerra al servicio de la locura imperialista.

Habla Cipriano Mera:
A partir de este momento, conciudadanos, España tiene un Gobierno y una misión: la paz.
[...]

Saturday, August 18, 2007

Vehículos (X): Tanque pesado/de caballería BT-5

Octubre de 1937. Por las llanuras de Fuentes del Ebro medio centenar de carros de combate cargan en una alocada carrera. Su objetivo: Zaragoza. Sobre el chasis de cada tanque se apiña una decena de soldados republicanos, en un ensayo de lo que será la táctica soviética de los “jinetes de carros”, utilizada ampliamente en la Segunda Guerra Mundial. El terreno se vuelve pantanoso, y los veloces tanques quedan atrapados en el barro, siendo presa fácil de los franquistas de la 150 División. Los infantes republicanos mueren inermes, aislados del resto de sus camaradas. La operación es un fracaso sin paliativos.

Esta arriesgada intervención será la responsable de que el BT-5 –pues de ese carro se trata-, probablemente el mejor tanque empleado en la Guerra Civil, sea marginado a favor de los T-26, considerándosele injustamente como un diseño defectuoso. Nada más lejos de la realidad. El BT-5 era un carro excelente, que alcanzaba velocidades endiabladas (hasta 90 km/h en carretera), con un innovador diseño en las cadenas que permitía su rápido desmontaje para ser utilizado sobre las ruedas en terrenos favorables. Se armaba con una torreta idéntica a la de los T-26, con el excelente cañón soviético de 45 mm y una ametralladora DT de 7,62 mm. La República recibió al menos 50, de los que la mayoría se perdieron o fueron capturados en la ofensiva sobre Zaragoza o en la batalla del Ebro.

Thursday, August 16, 2007

El XIV Cuerpo de Ejército Guerrillero


La idea de formar unidades especiales, destinadas a penetrar en la retaguardia nacional enemiga, para provocar actos de sabotaje, sembrar propaganda, ejercer represalias y atraer a los adictos, un poco al modo de los que se llamarían luego “comandos” en la Segunda Guerra Mundial, había nacido bastante atrás, exactamente en 1937, aunque su organización efectiva se retrasase hasta febrero del año siguiente. La misión encomendada a estas unidades de “guerrilleros” exigía que el personal que las formase fuese muy seleccionado, con veteranos curtidos y, naturalmente, de toda confianza política: prácticamente comunistas, dada la mentalidad imperante en Defensa a lo largo de 1938 y 1939.

Tras varias alteraciones en su estructuración y la desaparición de algunas de estas especiales fuerzas como consecuencia de los avances nacionales, en marzo de 1939 los “guerrilleros” aparecían constituyendo un llamado, ficticiamente, XIV Cuerpo de Ejército, nombre absolutamente convencional, así como sus simbólicas cuatro Divisiones (compuestas sólo de unos 600 hombres), cada una con cuatro brigadas (de 150 hombres), a tres grupos.

[…]

Estas fuerzas, desconocidas prácticamente por los más hasta estos días de marzo de 1939, de labor habitual callada, arriesgada y creemos que de poca eficacia, van a pasar, de súbito, a primer plano, pues su papel se convertirá, por los azares de la suerte, en fundamental; al menos el de una de las Divisiones, ya que las otras se verán imposibilitadas de todo desplazamiento.

Papel, repetimos, importantísimo, que alcanzará pronto su cenit en una lucha regular, frente a frente, con un enconado enemigo, igualmente republicano.

J.M. Martínez Bande, El final de la Guerra Civil

Saturday, August 11, 2007

Adiós a Modesto


Cuando salimos de España nos separamos de amigos inolvidables y camaradas entrañables, a muchos de los cuales no volveríamos a ver.

Siguieron en el país, o volvieron a él, para proseguir en las nuevas condiciones la misión [...] en las entrañas del pueblo, en la lucha por la libertad.

Ellos son nuestro orgullo.



Juan Modesto, Soy del Quinto Regimiento