Casi tres años después de su primer asalto, los rebeldes logran entrar en la emeblemática Madrid. Tras la lucha entre los casadistas y los negrinistas, la ciudad, con su millón de bocas hambrientas, foco de desmoralización tras el interminable cerco, se ha convertido en una posición insostenible para el Comité de Resistencia. Romero, Barceló, Paredes y San Rafael, sus miembros, deciden evacuarla de toda persona que pueda ser asesinada por el enemigo por motivos políticos, y, hecho esto, abandonarla, retirarse a una primera línea de defensa en el Jarama, para proceder a la retirada escalonada.
Las tropas de Franco reciben un poderoso revulsivo moral. He aquí las tristes imágenes de Madrid conquistada.
El republicano coronel Prada se rinde en la Ciudad Universitaria. Aquí lo vemos en el crucial momento, frente al coronel franquista Losas (con chilaba).
Por fin, los moros pisan Madrid. Aquí, descansando en la Plaza Mayor.