Cipriano Mera nace en Madrid en 1897, en el popular barrio de Tetuán. Empieza a trabajar a los 11 años en el conflictivo sector de la construcción, lo que, en las duras condiciones de la época, no tardará en involucrarle en la lucha sindical, militando en la CNT, organización de la cual será el hombre fuerte en el Madrid de 1936. La sublevación le sorprenderá en la cárcel, de la que será liberado entre el fervor popular, haciéndose cargo de las milicias que asaltan los cuerteles de Campamento. Con las armas recién conseguidas, Mera iniciará su periplo revolucionario, aplastando junto a un puñado de hombres las insurrecciones de Alcalá de Henares y Guadalajara. Recorrerá la provincia de Cuenca liberando comarca tras comarca, y se ganará el respeto y la confianza de sus hombres.
De carácter duro, poco expresivo, no muy dado a los discursos, el albañil Mera será pronto conocido como un excelente líder militar. En contra de los sectores más radicales del anarquismo, reconocerá la imposibilidad de alcanzar la victoria sin disciplina, y abogará por la militarización de las heterogéneas milicias. De mediana estatura, enjuto, cetrino, con rostro de campesino castellano que parece tallado a hachazos(...) es la descripción que da Eduardo de Guzmán del pétreo físico del albañil, que le hará ganarse el apodo entre sus hombres de "El Viejo", pese a tener apenas 40 años.
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