Tuesday, October 31, 2006

PNJs (VI): Romero


Carlos Romero siempre ha sido un militar “de despacho”. Desde pequeño le fascinaron las historias de glorias y derrotas de las tropas españolas en Marruecos, Cubas, Filipinas… De ahí surgió la vocación del joven y aplicado Carlos Romero, hijo menor de una familia de la pequeña burguesía zaragozana. Romero nació en 1869, y pronto se pondrá a trabajar duramente como aprendiz de tornero para poder pagarse los estudios en la Academia de Infantería de Toledo, de la que saldrá graduado en 1895. Desempeñará varios empleos administrativos en las campañas de Cuba y Marruecos, tras las cuales, decepcionado por el atraso en el arte de la guerra existente en España, iniciará una gira por Inglaterra y Francia aprendiendo de las enseñanzas de los veteranos de la Gran Guerra. En 1927 asistirá a uno de los magistrales cursos de Táctica del capitán Vicente Rojo en la Academia de Zaragoza. Los últimos años antes de su retiro los pasará en el recién creado Cuerpo de Seguridad y Asalto, esperando un ascenso que mejore su pensión, y que no llegará hasta 1932, con su nombramiento como Brigada, a la avanzada edad de 62 años.
Hombre apolítico, católico y humanista, la sublevación de julio de 1936 le sorprenderá retirado, pero haciendo honor a sus juramentos, acudirá a la llamada de la República en busca de mandos intermedios, de los que anda especialmente escasa, reincorporándose al servicio activo como asesor del capitán comunista Condés, y sustituyéndole en el mando a su muerte. De la manera más inesperada, dejará su apacible vida de oficial retirado junto a su mujer, hijos y nietos, para poner a prueba sus amplios conocimientos teóricos en el campo de batalla de la lucha fraticida que está desangrando España.

El Brigada Romero nunca fue un hombre atlético. No muy alto, con su escaso cabello gris cortado al estilo castrense y oculto tras sus gafas de concha, más parecería un viejo maestro que un militar de no ser porque el uniforme azul de Asalto le sienta como un guante.

Monday, October 30, 2006

PNJs (V): Líster


Se puede sentir en el aire la electricidad que Líster genera. Es un hombre poderoso, con cara marcada, muy quemado por el sol, con un pelo negro y espeso, una amplia frente, nariz pequeña y una pesada boca. Tiene los hombros y la gracia de movimientos de un boxeador. Si Modesto parece un aristócrata, Líster parece un minero, un dinamitero asturiano. Es como si vinieran de mundos diferentes.

Este es el testimonio que da el periodista Robert Payne acerca del físico de Enrique Líster, el segundo de la tríada de líderes míticos del 5º Regimiento, junto a Modesto y a “El Campesino”, todos ellos civiles en armas que alcanzarán puestos de importancia capital en la Revolución Española. Líster tiene fama de duro. Si algunos le consideran un vividor, todos coinciden en que cuando está en el frente es un león. Sus hombres le respetan, y, aún más, le temen. Las malas lenguas dicen que Líster ha detenido más de una desbandada disparando con sus propias manos a sus hombres. Quizá por eso estén considerados como los más correosos de las fuerzas republicanas.

PNJs (IV): Cipriano Mera, el "Viejo"



Cipriano Mera nace en Madrid en 1897, en el popular barrio de Tetuán. Empieza a trabajar a los 11 años en el conflictivo sector de la construcción, lo que, en las duras condiciones de la época, no tardará en involucrarle en la lucha sindical, militando en la CNT, organización de la cual será el hombre fuerte en el Madrid de 1936. La sublevación le sorprenderá en la cárcel, de la que será liberado entre el fervor popular, haciéndose cargo de las milicias que asaltan los cuerteles de Campamento. Con las armas recién conseguidas, Mera iniciará su periplo revolucionario, aplastando junto a un puñado de hombres las insurrecciones de Alcalá de Henares y Guadalajara. Recorrerá la provincia de Cuenca liberando comarca tras comarca, y se ganará el respeto y la confianza de sus hombres.

De carácter duro, poco expresivo, no muy dado a los discursos, el albañil Mera será pronto conocido como un excelente líder militar. En contra de los sectores más radicales del anarquismo, reconocerá la imposibilidad de alcanzar la victoria sin disciplina, y abogará por la militarización de las heterogéneas milicias. De mediana estatura, enjuto, cetrino, con rostro de campesino castellano que parece tallado a hachazos(...) es la descripción que da Eduardo de Guzmán del pétreo físico del albañil, que le hará ganarse el apodo entre sus hombres de "El Viejo", pese a tener apenas 40 años.

Sunday, October 29, 2006

El Caudillo de Castilla



Para nosotros todo reparo y todo freno
está desechado. Ya no hay parientes. Ya no hay hijos, ni esposas, ni padres:
sólo está la Patria.
Onésimo Redondo, 19
de julio de 1936

Wednesday, October 25, 2006

PNJs(III): Rosita, miliciana libertaria

Rosita jamás habría imaginado que un fusil era tan pesado hasta que tuvo en sus manos el mauser recién sacado del Cuartel de Campamento. A sus dieciocho años, con un arma en la mano y miles de sus compañeros anarquistas rodeándola, sentía que tenía al destino era suyo. Pese a su juventud, Rosa tenía una profunda conciencia social. De familia pobre y analfabeta, se propuso educarse por su cuenta, y el Ateneo Libertario de Madrid puso a su servicio todo lo que necesitó. Junto con las primeras letras, aprendió las teorías de Bakunin y Kropotkin, y en 1934, tras los sucesos revolucionarios que tanto la conmocionaron, se afilió a las Juventudes Libertarias de la CNT. Cuando llegó el golpe de julio, Rosita no lo dudó un momento. Se despidió de sus padres, y se echó a la calle, dispuesta a cambiar el mundo o a morir en el intento.

Su mirada cándida y sus rasgos delicados la hacen parecer frágil, pero Rosita es una joven de hierro, con unas fuertes convicciones. En sus gestos, su vestimenta y su manera de hablar se percibe un cierto cosmopolitismo, que destaca con sus humildes orígenes.

Tuesday, October 24, 2006

Milicianas en la Sierra


La derrota de los sublevados en las ciudades españolas más importantes dejó en manos del pueblo las armas que se almacenaban en los cuarteles. Entre los sindicalistas, entusiastas y obreros que asaltaron los arsenales se encontraba un gran número de mujeres, que sentían que los tiempos estaban cambiando, fortalecidos sus ánimos por la igualdad de sexos que había propiciado la República. Muchos fueron los motivos que llevaron a estas mujeres a empuñar los fusiles y arriesgar sus vidas(venganzas por el asesinato de hijos, maridos o novios a manos de los rebeldes, idealismo...). Estas valientes mujeres, numerosas en los primeros frentes de lucha, fueron pronto idealizadas como amazonas por la prensa republicana, y también demonizadas por los alzados como la antítesis de lo que una mujer perfecta debía ser. Cuando las tornas se volvieron adversas, sufrieron la terrible represión de los rebeldes: cárcel, humillaciones, torturas, violaciones, o incluso la muerte.

El Alto del León, julio de 1936(fotografías)

Milicianos en la Sierra

Visita oficial a los milicianos que combaten en el Alto, con el popular merendero Las 2 Castillas, derribado en 2004.


El Alto del León antes de la Guerra (Monumento Felipe II)

El Quinto Regimiento




Mañana dejo mi casa,
dejo los bueyes y el pueblo
-¡Salud! ¿A dónde vas, dime?
-Voy al Quinto Regimiento.

Caminar sin agua, a pie.
Monte arriba, campo abierto.
Voces de gloria y triunfo,
-¡Soy del Quinto Regimiento!

Rafael Alberti - 1936

Thursday, October 19, 2006

PNJs(II): Emilio


Este joven recluta se hallaba cumpliendo el servicio militar en el Cuartel de la Montaña cuando estalló la sublevación de julio. Nunca se ha sentido a gusto en el ejército, y ha procurado pasar lo mas desapercibido posible para evitar el trabajo pesado. Dadas las fechas estivales, Emilio ha solicitado varios permisos, que le han sido denegados. Desde que dejó el colegio ayudó a su familia en una tienda de consumibles del barrio de Usera, en Madrid. Su padre era sindicalista, y, a través de él, se afilió en la UGT.

Podría definirse a Emilio como el español medio. Moreno, no muy alto, delgado (mas por necesidad que por gusto), aunque recio y sufrido. Emilio no es muy fuerte, ni muy buen tirador, pero suple sus carencias con su energía y compañerismo.

Wednesday, October 04, 2006

PNJs (I): Modesto


Alto, bien proporcionado, de pelo oscuro y con
una cara poderosa, bellamente modelada, de mandíbula cuadrada y pómulos altos,
con un cierto aire aristocrático. Un espécimen físicamente magnífico
.

En estos términos describirá el periodista Robert Payne a Modesto. Aunque su físico podría indicar lo contrario, Juan Modesto Guilloto León (pues ese es su verdadero nombre) es de humildes orígenes. Nació en 1906 en el Puerto de Santa María (Cádiz), y fue compañero del gran poeta Rafael Alberti, con quien compartiría su credo comunista. Una infancia difícil, el servicio militar en el Marruecos en guerra y sus experiencias de lucha callejera en la II República, amén de sus estudios político-militares en Moscú forjaron a este hombre leal pero frío, sereno pero distante. Lideró las MAOC (pistoleros comunistas en los días previos al Alzamiento), y jugó un importante papel en la organización de las milicias que asaltaron el Cuartel de la Montaña. En estos primeros momentos se ha demostrado como un hombre con carisma y dotes de mando, y los cargos del Partido le auguran un futuro prometedor.

En la actualidad (finales de julio de 1936) está, junto con muchos de sus compañeros de partido, preparando lo que en sus planes será un ejército organizado para defender a la indefensa República de la agresión fascista, un ejército popular que aglutinará a todas las fuerzas opuestas a los sublevados y será capaz de plantarles cara en igualdad de condiciones. Plan utópico, sin duda.